Almodóvar presenta al taxista usando la técnica de la yuxtaposición. A diferencia de los otros dos personajes masculinos, el taxista significa una ruptura con lo convencional, por lo tanto es una alternativa a la masculinidad. La masculinidad siempre ha estado asociada socialmente a valores de poder, legitimidad y privilegio, como veíamos a través del personaje de Iván. Por el contrario, el taxista, cuya condición sexual es dudosa hasta que nos revela que tiene chica, es coqueto, detallista (sólo hace falta ver su aspecto físico y su taxi lleno de decoraciones, revistas femeninas, etc.), amable, comprensivo “no hay mujer peligrosa si se la sabe tratar”, sensible, pues casi rompe a llorar cuando su clienta llora, educado y espontáneo “me alegro de verla”; es decir, presenta características que definen a la mujer. Así, Almodóvar a través de la yuxtaposición de personaje subversivo frente a los valores tradicionales masculinos, nos muestra que en la sociedad española existen nuevas maneras de vivir siendo varón.